En los corredores del Ministerio de Magia, Percy nunca pronuncia la palabra "papá" o "padre". El pelirrojo patético es Arthur Weasley - o nadie; cualquier nombre, mientras no sea Percy.
En los corredores del Ministerio de Magia, Arthur Weasley le ofrece una sonrisa triste. Una sonrisa como una traición para el pelirrojo ambicioso que responde con una mirada furiosa.
No puede hablar sin que sus colegas lo sepan, sin que se burlen, pero ahora podría gritar:
"No más sonrisas ni abrazos. No más mediocridad, no más andrajos, no más pobreza ni vergüenza. Tu humildad, Papá, es una humillación."